Autores:
Juan Roldán ZafraBasándonos en un cuadrado mágico 4×4 clásico (se utilizan los números del 1 al 16, y por tanto su constante mágica será 34) planteamos un pasatiempo en el que introducimos ejercicios del currículo cuyos resultados sean los números adecuados para que resulte dicho cuadrado mágico,
A continuación presentamos varios ejemplos que pueden servir de modelo para construir otros muchos.
Tomaremos como referencia el siguiente cuadrado mágico:
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Puedes obtener otros cuadrados mágicos que sirvan de base en Internet, sólo comentar que en 1693 Bernard Frenicle de Bessy estableció que existen 880 cuadrados mágicos de orden 4 (sin contar las distintas variaciones que se pueden obtener por rotación o reflexión).
Ejemplo 1: Operaciones con fracciones.
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Ejemplo 2: Ecuaciones.
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Ejemplo 3: Límites.
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¿Qué se pretende demostrar?
Los cuadrados mágicos nos han acompañado a lo largo de la historia para protegernos como amuletos y divertirnos como entretenimiento aritmético, esta dicotomía entre numerología y ciencia nos permite utilizarlos en su componente didáctica para despertar en el público en general y en particular en el alumnado de secundaria el interés por las Matemáticas.
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En matemáticas recreativas, un cuadrado mágico de orden n es un conjunto de n2 números enteros generalmente distintos, en un cuadrado, de manera que los números en todas las filas, todas las columnas, y las dos diagonales suma la misma constante (constante mágica). Un cuadrado mágico normal contiene los números enteros de 1 a n2.
Dirigido a:
Gran público y alumnado de secundaria.
Materiales necesarios:
La plantilla del cuadrado mágico y un lápiz para resolverlo.
Riesgos:
No existe riesgo, salvo el que resulte del mal uso de los materiales necesarios.