Autores:
Alejandro del Mazo VivarProfesor de Física y Química en el IES Francisco Salinas (Salamanca)
Se parte de la bobina con el tornillo de hierro en su interior. La bobina se conecta a la entrada del amplificador y un altavoz a la salida del amplificador.
Se sitúa el imán de neodimio en el eje de la bobina pero en una posición alejada. Se acerca lentamente el imán a la bobina y durante ese proceso se escucha un sonido peculiar. Cuando después el imán se lleva a la posición inicial y vuelve a repetirse el proceso, no se percibe casi sonido alguno. Si el proceso se repite habiendo girado el imán, el sonido vuelve a producirse.
El tornillo de hierro consta de pequeños elementos uniformemente magnetizados denominados dominios magnéticos. Al aplicar un campo magnético creciente se producen cambios bruscos en la orientación de esos dominios. Como tales dominios se encuentran en el interior de una bobina, sus cambios de orientación provocan pequeñas corrientes inducidas que, al ser amplificadas, dan lugar a un sonido peculiar.
Al alejar el imán disminuye el campo magnético exterior, pero casi todos los dominios han quedado orientados, por lo que un nuevo aumento del campo magnético apenas produce efectos. Sin embargo, al presentar frente a la bobina un polo magnético diferente, los dominios sufren una nueva reorganización y aparece nuevamente el sonido.
¿Qué se pretende demostrar?
El efecto Barkhausen es un sonido originado por los cambios bruscos del tamaño y la orientación de los dominios ferromagnéticos de un material.
Dirigido a:
Secundaria y Universidad.
Materiales necesarios:
- Tornillo de hierro fijado en un soporte de madera.
- Bobina con, al menos, 1000 espiras.
- Imán de neodimio que puede desplazarse a lo largo de una guía.
- Amplificador.
- Altavoz.