Autores:
Antxón Anta Unanue.Deutsche Schule, Colegio Alemán “San Alberto Magno” de San Sebastián
E-mail: antxonanta@yahoo.es
Acoplamos un disco de aluminio de unos mm de espesor, a un motor con accionamiento regulable. Al poner a girar el disco de aluminio, si le acercamos un imán de neodimio, cuando coja velocidad observaremos que lo frena. Al retirar el imán sigue girando el disco de aluminio. Si retiramos el imán, el disco vuelve a girar de manera que siempre que acerquemos el imán conseguiremos el efecto del frenado.
En muestra experiencia, tenemos un disco de aluminio que gira de modo que en cada instante hay una fragmento de disco atravesando una zona donde tenemos un campo magnético perpendicular al plano del disco que lo genera el imán. Como tenemos una variación de flujo que está cambiando con el tiempo, aparecen unas corrientes de Foucault en el disco. Esta corriente se encuentra en presencia del campo magnético generado por el imán de modo que aparece una fuerza que lo va a frenar al disco.
Si acercamos una columna de imanes colocada sobre una base que puede girar al disco cuando está girando a cierta velocidad, observamos que estos se ponen a girar,
Lo que sucede, es que cuando aproximamos la columna de imanes, al disco de aluminio que está girando, estos son repelidos por las corrientes que se crean.
¿Qué se pretende demostrar?
Se pretende mostrar, de una manera sencilla, el funcionamiento de un freno magnético como los que se utilizan en camiones de gran tonelaje, basado en la ley de Faraday que nos dice que cuando tenemos un flujo del campo magnético y este flujo cambia con el tiempo, bien porque cambia el campo magnético o cambia la superficie o la posición relativa del campo y superficie surge una fuerza electromotriz inducida y esa fuerza electromotriz hace que induce una corriente inducida que se denomina corriente inducida.
Dirigido a:
Gran público, Secundaria y Universidad.
Materiales necesarios:
Imanes de neodimio.
Disco de aluminio.
Motor.
Base
Riesgos:
Cuidado al manipular los imanes de neodimio ya que tienen una gran intensidad de campo y colisionan entre ellos y corremos peligro de que nos hagan un gran pellizco en la carne. Son difíciles de separar cuando colisionan.
Si se caen al suelo se rompen con facilidad.