Autores:
Luis Balaguer Agut, Victoria Alcázar Montero
Se detallan a continuación las distintas actividades del experimento:
1. Eliminación de la cáscara del huevo por tratamiento con vinagre. La cáscara del huevo está constituida en un 95% aproximadamente por carbonato de calcio. El vinagre es una disolución acuosa de ácido acético (CH3COOH). El carbonato de calcio, en medio ácido, se disuelve desprendiendo dióxido de carbono. Durante 48 horas el huevo crudo se sumerge en vinagre hasta conseguir la desaparición de la cáscara en su totalidad. Es conveniente descascarillar tres o más huevos para poder realizar la secuencia de experimentos.
2. Huevo sumergido en agua destilada. A continuación se coloca el huevo (ya sin cáscara) en un vaso de precipitados y se añaden unos 250 ml de agua hasta que el huevo quede completamente sumergido. Se deja reposar unas horas. Se saca el huevo, se seca con cuidado, se observa que ha aumentado de tamaño (debido al agua que ha entrado en su interior) y se compara con el huevo del experimento 3.
3. Huevo en agua saturada de sal. Se coloca un huevo sin cáscara en un vaso de precipitados con 250 ml de una disolución de agua saturada de sal común (o de azúcar). Se deja 24 horas. Se saca el huevo, se seca y se observa que su tamaño ha disminuido apreciablemente debido al fenómeno de ósmosis.
4. Huevo en agua con colorantes. Se preparan diferentes disoluciones de colorantes hidrosolubles. En las disoluciones coloreadas se sumergen huevos descascarillados y tras unas horas se observa que los huevos han adquirido completamente la tonalidad del colorante.
5. Huevo en agua de cocción de la lombarda. Se coloca el huevo en un vaso de precipitados con 250 mL del agua de cocción de la lombarda y se deja en reposo 24 horas. Se saca el huevo y se seca, observándose que se ha vuelto morado. A continuación el huevo morado se introduce en una disolución de NaOH al 10% ó de HCl al 10%. El huevo morado se volverá verde (NaOH) o rojo (HCl), y como un indicador ácido-base el huevo virará de color según se coloque en el medio ácido o básico. Es conveniente secar bien el huevo cada vez que se saca de una disolución y antes de introducirlo en la del pH contrario, para evitar, en la medida de lo posible, que se contaminen las disoluciones.
6. Reacción de biuret. Se sumerge un huevo descascarillado en 250 ml de disolución de sulfato de cobre (II) al 5%. Se deja 24 horas. A continuación, el huevo (que se habrá coloreado de azul) se sumerge en disolución de NaOH, volviéndose violeta de acuerdo con el ensayo de biuret para el reconocimiento de proteínas.
¿Qué se pretende demostrar?
En este experimento se describe la utilización de huevos de gallina teñidos con distintos colorantes como modelos biológicos para el análisis didáctico de los fenómenos de ósmosis y difusión, para el reconocimiento de biomoléculas orgánicas o para ilustrar el uso de indicadores del pH.
Dirigido a:
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Gran público
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Primaria
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Secundaria
Materiales necesarios:
– Huevos de gallina frescos
– Vinagre
– Agua destilada (en su defecto, agua corriente)
– Disolución saturada de sal (se requiere aproximadamente unos 40 g de sal por cada 100 mL de agua)
– Diversos colorantes hidrosolubles (se pueden utilizar los colorantes alimentarios como el de la paella, para dulces…)
– Agua de cocción de la lombarda
– Disolución de sulfato de cobre (II) al 5% (5 g de sulfato de cobre en 95 mL de agua)
– Disolución de ácido clorhídrico al 10% (10 mL de ácido clorhídrico concentrado y 90 mL de agua). Se puede sustituir por vinagre.
– Disolución de hidróxido de sodio al 10% (10 g de NaOH en 90 mL de agua). Se puede sustituir por amoníaco de limpieza para la actividad del “huevo indicador”.
– Recipientes de cristal
– Espátulas
– Balanza
– Papel absorbente de cocina
– Guantes de látex
Riesgos:
Solamente cuando se utilicen disoluciones diluidas de HCl (10% volumen/volumen) o de NaOH (10% masa/masa) habrá que tomar las precauciones habituales al trabajar con ácidos y bases: utilizar guantes protectores, gafas, evitar salpicaduras…
También es conveniente utilizar guantes para evitar que el color de los colorantes manche las manos, aunque no entrañe ningún riesgo adicional
Enlaces:
Esta actividad se publicó en la revista Alambique: Didáctica de las Ciencias
Experimentales, Editorial Graó, 54, pág. 39-45, 2007 y en el libro “Hacemos Ciencia en la Escuela: experiencias y descubrimientos”, en el año 2009 de la misma editorial.
Observaciones:
Tal como se explica en las referencias bibliográficas aportadas, esta actividad se puede adaptar al nivel de ESO y Bachillerato. Pero también, se puede realizar en Primaria o con niños de infantil, llevando a cabo los procesos de descascarillar el huevo y la tinción con colorantes. Los autores han realizado parte de la actividad con niños de 2 y 3 años.